Camino que va,
que regresa,
puerta blanca, puerta roja.
Jaras que cantan
ahítas de sol y savia,
el aire lleno de copos blancos.
Por las colinas en flor de Mayo,
tarde y brezos a pinceladas.
Un escaramujo acaricia el alma,
sonrojado blanco desnudo a la mirada.
Calma,
mientras todo brilla o canta,
calma mientras respira hasta el agua.
Censando los verdes nuevos
miro, callo...
Llegará la calma, una mirada...
luz en mi morada
volver
a casa
volver
a las fuentes del río que nos lleva
Aurora
Mil, un millón de gracias Susi. Todo un lujo y un honor para mi y para los lectores, haber sido tú quien ha inaugurado este blog. Una maravilla de poema, me da pudor aportar algo, no sé que decir salvo gracias, un millón. Y si, esa es la idea del blog: "El río que ha de llevarnos, nuevamente, al hogar, al principio de nuestra extraviada realidad". Un beso.
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