jueves, 22 de julio de 2010
sábado, 26 de junio de 2010
El hombre sin rostro
“El hombre sin rostro I"
Era el hombre sin rostro,
Que no tenía alma.
Nunca tuvo con quien caminar,
Por eso, no sabía quien era.
Los árboles escondían su sombra,
Y él se quemaba con el sol.
Le dieron muchos palos
Y le clavaron todas las espinas.
Era el hombre sin rostro,
Sin sombra y sin vida, sin mar.
El sol le quemaba en el vacío
Que era su existencia, soledad.
Y el viento le seguía por doquier.
Olvidó los diez mandamientos,
Por eso, inventó las diez libertades.
Y cada mañana luchaba
Para recordar su corazón
Entre una montaña de condenas.
Solía empezar bien, pero…
Las cosas nunca terminaban.
Ni bien, ni mal, se difuminaban.
Era el hombre del hueco en la cara,
Y el viento se colaba, burlón,
Hasta el fondo de su calavera.
Andaba con perros y gatos,
Consigo mismo, a ratos, otros no.
Y bailó con el diablo, y el diablo cojeaba,
Pero él nunca renqueó, hasta el anochecer,
Donde una negra nube ceñía su cara,…
“El hombre sin rostro II”
…Una nube negra ceñía su rostro.
Miraba, entonces, con ojos de tormenta.
Y su boca prestada, soltaba centellas,
Su nariz barritaba dolores sin calma
Y los truenos atronaban el único oído
Que la negra nube le usufructuara.
Recordaba su tango con Belcebú,
Que en susurros le convidaba.
Promesas y más promesas
De devolverle su cara extraviada.
Total, aquel alma no la necesitaba.
Pero él, era el hombre sin rostro,
Porque nunca tuvo un mañana.
Pero decidió cambiar, evolucionar,
Y se olvidó, para siempre, del diablo,
Y dejó de pensar en su cara,
Ató la nube negra con un lazo azul,
Y se la regaló al párroco del pueblo,
A quien le vino muy bien la prebenda.
Y empezó a caminar,
Despacio, sin tropezar.
Alguien se le unió en el camino,
Él le preguntó que personaje era,
Así supo quien sería él, quizás, o quizá no.
Se compró una gorra para engañar al sol,
Y un abanico para despistar al viento.
Él era el hombre sin rostro, o casi,
Pero, ahora, la semilla del alba
Crecía, renacida, en su interior.
martes, 8 de junio de 2010
Quizá no lo sepas
¿Quién es más responsable que una gaviota
que ha encontrado y persigue un significado,
un fin más alto para la vida?
"Juan Salvador Gaviota"
-Richard Bach-
domingo, 9 de mayo de 2010
Volver
Qué se puede hacer
salvo agriamente volver.
Cabizbajo, alirroto,
y una mirada perdida
entre abrojos mecidos
por un cálido poniente.
Ella aguarda en el umbral
de unos tiempos postrados,
de tiempos rendidos por la farsa
y desdicha.
Y el volver se hace dulce,
se enquista en los tuétanos
para no tener disculpas,
y no retumben los graznidos
de quienes te han de señalar
desde un comienzo redimido.
Cabizbajo, alirroto, dolorido,
con las manos hechas trizas, caídas
y esos ojos arenosos, perdidos.
Volver con la entereza en calma
y sucumbir bajo ese signo.
Ella aguarda en el umbral
de aquellos tiempos vencidos.
Y el retorno se hace dulce...
Qué se puede hacer,
salvo, quedamente,
¡volver!
JSP 2.1 - 9-5-2010